12 marzo 2008

Changeling

Es época de cambios en mi vida, y como en todas las épocas transitorias en ésta también hay sorpresas. Algunas negativas, desesperanzadoras y crueles, y otras bastante positivas y alegres. Como la de ésta mañana, cuando alguien me mandó un sms con el que se cubrió de gloria y me demostró, una vez más, que estaba equivocada. Que aún queda gente buena y altruista, después de todo. Supongo que con mi mensaje de respuesta no pude plasmar cuán agradecida le estoy, pero espero que al menos lo intuya.

Cambios.... y trenes que van y vienen. Un helado en esa terraza que ya conocía, donde los recuerdos flotan en el aire y me hacen sonreir irónicamente.

Cambios. Personas que se alejan de mi mundo irremediablemente. Porque no puede ser de otro modo, es ley de vida... Y por el otro bando, personas que llegan pisando fuerte.

Cambios. Y de pronto te veo ennmedio de este mar de gente, como dice Coti, esperando el metro que te llevará al trabajo. Es difícil encontrarte a alquien conocido en Barcelona, y más aún si hace años que no sabes nada de él... Y ahí estás, con tus auriculares puestos y siguiendo la música con el pie, distraído. No me ves, pero tengo que pasar justo a tu lado para bajarme del vagón. Nos cruzamos; sigues oliendo igual. Te lanzo un saludo mudo e invisible y me giro un segundo para ver cómo se cierran las puertas y tú te vuelves a alejar... Cuídate mucho.

Es época de cambios, aunque hay sensaciones amargas que no cambian nunca.